Las siglas MIDI son una abreviatura de Musical Instrument Digital Interface. Se trata de un protocolo de comunicación que apareció en el año de 1982, fecha en la que distintos fabricantes de instrumentos musicales se pusieron de acuerdo en su implementación. Aunque originalmente se concibió como un medio para poder interconectar distintos sintetizadores, el protocolo MIDI se utiliza actualmente en una gran variedad de aplicaciones: grabación musical, cine, TV, ordenadores domésticos, presentadores multimedia, etc.
¿Cómo funciona?
El archivo MIDI no contiene datos de audio muestreado, sino más bien una serie de instrucciones que al sintetizador u otro generador de sonido utiliza para reproducir el sonido en tiempo real. Estas instrucciones son mensajes MIDI que indican al instrumento qué sonidos hay que utilizar, qué notas hay que toca, el volumen de cada una de ellas, etc.
Para los ordenadores, el reducido tamaño de estos archivos implica que un ordenador poco potente puede hacerse cargo de complejos arreglos musicales sin ni siquiera inmutarse. En cambio, puede llegar a ser imposible que una de estas maquinas sea capaz ni tan siquiera de reproducir unas pocas pistas de audio muestreado en calidad CD
Ofrece la posibilidad de editar música con facilidad.
Permite alterar la velocidad de reproducción y la altura tonal de los sonidos de forma independiente.
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